sábado, 7 de enero de 2012

No, perdona, no soy yo la que se topa con tus "secretos". Los secretos siempre salen a la luz. Pero no me puedes juzgar por que descubra verdades tuyas que tú has negado.

Y ahora mismo lo que creo es que no quiero saber nada más de ti, de tu parte más íntima, porque cuanto más sé, más daño me hace. Porque tu yo íntimo, está tan lejos de lo que conozco de ti...y es peligroso, porque lo más íntimo es lo más personal de uno, lo que más ronda la verdad, o la realidad...y me da tanto miedo...Cuanto más me acerco, menos te conozco y menos te pareces a lo que siempre dices que eres.

Me culpas de que entro en tu parte más íntima, donde sólo debes entrar tú...y ahí te tengo que dar la razón.  No quiero saber nada más sobre tu yo más personal. Prefiero quedarme en la superficie.

Aunque esto nos cueste la confianza.

Yo soy terriblemente imperfecta, ¿te crees que no lo sé? Claro que lo sé. Estoy llena de defectos. Tengo virtudes, claro, como todo el mundo. Sólo que ahora no las veo. Veo lo malo que tengo, que estoy volviéndome loca de la cabeza, desconfiada, insegura, gorda, fea, indeseable, celosa, rabiosa, iracunda...todo bonito, vamos. Pero te adoro...y creo que eso es algo bueno.

No puedo entender qué tipo de relación tenemos. Ahora siempre es gresca, es jaleo, es mal. Sí, soy yo muchas veces la que lo busca. Quizá necesito emociones fuertes. Pero en realidad lo que soy es una amargada, una frustrada llena de complejos e inseguridades que encima piensa que se lo merece.

Hoy no es un buen día. Pero lo que no puedes hacer es negarme y que luego yo descubra la verdad, porque me das la razón.

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